lunes, 21 de julio de 2008

Concepto de Ética del servicio público genéricamente concebido

El hombre transmite e incorpora sus valores a sus creaciones.

El Estado como creación social del hombre lleva sus valores y una cosa no humana -pero creación humana- se le asigna una ética, es decir un comportamiento probo.

Hay muchas teorías que explican este fenómeno: la cultura impregna al Estado, el Estado es la Ética en formación, los tripulantes del Estado (los políticos) llevan e instalan su Ética, la clase social que controla el Estado impone su ética, la religión predominante impone su ética, etc.


El servicio público es la institución estatal que cumple las funciones del Estado de lograr el bien común.

En sí debe ser una institución Ética, es decir no se concibe un servicio público que se haya organizado para el mal, aunque haga cosas que en sí puedan ser cuestionadas (como matar, detener, privar de libertad, etc.), pero obviamente, sólo lo hace cuando hay colusión de derechos y para proteger y garantizar los derechos fundamentales.


Si aceptamos el concepto de servicio público como ejecutor del fin del Estado y definimos a éste como el bien común, el sentido ético del servicio público es el bien común, lo que implica que lo social debe primar sobre lo individual y que lo individual debe ser respetado.


Concepto de probidad

La probidad es "la integridad y la honradez en el actuar", según la definición de la palabra. Su antónimo es corrupción, que en un sentido figurado significa "vicio o abuso introducido en las cosas no materiales" o "echar a perder algo".

La probidad, en un sentido general, es una virtud que "debería" ser practicada por todos los hombres. Evidentemente que si ese fuere el actuar general, la corrupción no existiría.


En términos más generales, probidad significa el bien y corrupción significa el mal.

El bien y el mal son el objeto de estudio de la Etica, la que intenta encontrar principios generales que permitan distinguirlos y explicar por qué existen.


La probidad está definida por la moral de cada época, pero ello no significa que sea relativa en términos individuales. Es relativa en términos históricos, pero siempre debería tener la connotación de actuar con honradez e integridad.

Puede ocurrir que la moral social sea opuesta a la individual y eso sólo se puede resolver mediante la aceptación del imperativo categórico, haciendo lo que la voluntad define como bueno, cualquiera sean las consecuencias de ese actuar.


La solución práctica es recurrir a lo que la ley define como probidad.

Pero esto nos lleva al problema de la legalidad y la legitimidad. Un acto puede ser definido por la ley como probo y puede estar en contra de los principios éticos fundamentales. De tal manera que la ley puede ser ilegítima.

Estos son algunos de los problemas fundamentales de la ETICA y que hace 2500 años que está tratando de responder (Desde que los filósofos clásicos griegos discutieron el tema). No pretendamos responderle aquí. Pero un avance será apreciar la profundidad y complejidad del tema.

La probidad es entonces el actuar recta y honradamente en la vida. Esta es la probidad individual o personal.

Fundamentos de la ética del servicio

Conforme a lo señalado respecto del fin ético del servicio público y del concepto de probidad, se puede sostener que el servicio público se humaniza en el funcionario y éste asume las responsabilidades de la acción del servicio, ya que en última instancia, cada una de sus decisiones es resultado de un proceso de decisiones en el que intervinieron seres humanos responsables.

No siempre la acción del servicio público será ética. La aberración es parte de la normalidad.

Pero cuando esto ocurre hay tres aspectos que analizar:

- la responsabilidad del servicio y del funcionario que está detrás,
- la acción de la justicia que debe corregir y castigar esos excesos y
- la acción que corresponda a instituciones de defensa del ciudadano,

El actuar ético del servicio obliga, inexorablemente, a sus funcionarios, que son sus responsables humanos, a actuar con una probidad especial.

Esta es la probidad pública, atingente a los funcionarios públicos y por extensión a los políticos, ya que ambos se pueden agrupar bajo el concepto de servidores públicos.
Formalmente la PROBIDAD PÚBLICA es la obligación de los funcionarios de desempeñarse en forma honesta y tener una conducta éticamente intachable, entregándose por entero y en forma leal al desempeño de su cargo, haciendo prevalecer el interés público sobre el privado.

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