viernes, 25 de julio de 2008

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lunes, 21 de julio de 2008

Concepto de Ética del servicio público genéricamente concebido

El hombre transmite e incorpora sus valores a sus creaciones.

El Estado como creación social del hombre lleva sus valores y una cosa no humana -pero creación humana- se le asigna una ética, es decir un comportamiento probo.

Hay muchas teorías que explican este fenómeno: la cultura impregna al Estado, el Estado es la Ética en formación, los tripulantes del Estado (los políticos) llevan e instalan su Ética, la clase social que controla el Estado impone su ética, la religión predominante impone su ética, etc.


El servicio público es la institución estatal que cumple las funciones del Estado de lograr el bien común.

En sí debe ser una institución Ética, es decir no se concibe un servicio público que se haya organizado para el mal, aunque haga cosas que en sí puedan ser cuestionadas (como matar, detener, privar de libertad, etc.), pero obviamente, sólo lo hace cuando hay colusión de derechos y para proteger y garantizar los derechos fundamentales.


Si aceptamos el concepto de servicio público como ejecutor del fin del Estado y definimos a éste como el bien común, el sentido ético del servicio público es el bien común, lo que implica que lo social debe primar sobre lo individual y que lo individual debe ser respetado.


Concepto de probidad

La probidad es "la integridad y la honradez en el actuar", según la definición de la palabra. Su antónimo es corrupción, que en un sentido figurado significa "vicio o abuso introducido en las cosas no materiales" o "echar a perder algo".

La probidad, en un sentido general, es una virtud que "debería" ser practicada por todos los hombres. Evidentemente que si ese fuere el actuar general, la corrupción no existiría.


En términos más generales, probidad significa el bien y corrupción significa el mal.

El bien y el mal son el objeto de estudio de la Etica, la que intenta encontrar principios generales que permitan distinguirlos y explicar por qué existen.


La probidad está definida por la moral de cada época, pero ello no significa que sea relativa en términos individuales. Es relativa en términos históricos, pero siempre debería tener la connotación de actuar con honradez e integridad.

Puede ocurrir que la moral social sea opuesta a la individual y eso sólo se puede resolver mediante la aceptación del imperativo categórico, haciendo lo que la voluntad define como bueno, cualquiera sean las consecuencias de ese actuar.


La solución práctica es recurrir a lo que la ley define como probidad.

Pero esto nos lleva al problema de la legalidad y la legitimidad. Un acto puede ser definido por la ley como probo y puede estar en contra de los principios éticos fundamentales. De tal manera que la ley puede ser ilegítima.

Estos son algunos de los problemas fundamentales de la ETICA y que hace 2500 años que está tratando de responder (Desde que los filósofos clásicos griegos discutieron el tema). No pretendamos responderle aquí. Pero un avance será apreciar la profundidad y complejidad del tema.

La probidad es entonces el actuar recta y honradamente en la vida. Esta es la probidad individual o personal.

Fundamentos de la ética del servicio

Conforme a lo señalado respecto del fin ético del servicio público y del concepto de probidad, se puede sostener que el servicio público se humaniza en el funcionario y éste asume las responsabilidades de la acción del servicio, ya que en última instancia, cada una de sus decisiones es resultado de un proceso de decisiones en el que intervinieron seres humanos responsables.

No siempre la acción del servicio público será ética. La aberración es parte de la normalidad.

Pero cuando esto ocurre hay tres aspectos que analizar:

- la responsabilidad del servicio y del funcionario que está detrás,
- la acción de la justicia que debe corregir y castigar esos excesos y
- la acción que corresponda a instituciones de defensa del ciudadano,

El actuar ético del servicio obliga, inexorablemente, a sus funcionarios, que son sus responsables humanos, a actuar con una probidad especial.

Esta es la probidad pública, atingente a los funcionarios públicos y por extensión a los políticos, ya que ambos se pueden agrupar bajo el concepto de servidores públicos.
Formalmente la PROBIDAD PÚBLICA es la obligación de los funcionarios de desempeñarse en forma honesta y tener una conducta éticamente intachable, entregándose por entero y en forma leal al desempeño de su cargo, haciendo prevalecer el interés público sobre el privado.

Valor Social Y Moral Del Trabajo

Cada cultura desarrolla un tipo específico de relaciones sociales para atender la actividad laboral que impacta decisivamente en las características de cada sociedad y en la cultura y forma de vida de sus habitantes.

La constitución misma de la Humanidad como especie social está vinculada al desarrollo de relaciones cooperativas en el trabajo.

Por otra parte el conflicto social derivado de las relaciones laborales es una de las cuestiones más importante en el desarrollo de la historia de la humanidad.

El trabajo humano ha conseguido una valoración en dos aspectos fundamentales.

Individual
En la construcción y validación de su propia individualidad.
Sentirse realizado.
Valoración de lo anterior.
Trabajo solo en mi profesión, ejemplo de las hojas.
Status, escalas de valoración.

Colectiva
Aporte a la sociedad en la especialidad que desarrollo.
Aporte al sistema económico, porque si gano, pago.


Trabajo como valor de cambio

Una primera precisión, es que no todos los hombres trabajan igual, sino que su trabajo depende de su edad, de su experiencia, su habilidad, etc.
Mas viejo más lento. Pero más experiencia.

La cantidad de trabajo se mide en horas, pero tampoco se puede establecer un criterio completamente unificador entre todos los trabajos, pues no todos los trabajos son iguales.

Diferencias en el trabajo. Por capacidad y capacitación.


El trabajo transforma al hombre como ser individual y social.

Es el ámbito de las aspiraciones personales donde se busca la satisfacción personal.

Por otro lado, el trabajo ha de ser rentable, es decir, ha de generar un rendimiento social. Se realiza dentro de una organización social del trabajo. Así, el trabajo improductivo no incrementa las posibilidades del plexo instrumental que constituye la economía.

Tenemos dos elementos: el subjetivo que implica a la persona que ejerce su actividad y el objetivo que implica el ámbito de medios o instrumentos laborales.

Existe una tensión entre la creatividad personal, de un lado, y la homogeneización que implican la competencia y la división del trabajo, del otro.

Muchas veces no aparece clara la relación: no se sabe si se trabaja para vivir o se vive para trabajar.

TRABAJO Y LA REALIZACIÓN PERSONAL

En primer lugar, toda persona se realiza en el trabajo.

La actividad transformadora del hombre sobre el exterior le transforma como ser individual y social.

Es el ámbito de las aspiraciones personales donde se busca la satisfacción personal. Por otro lado, el trabajo ha de ser rentable, es decir, ha de generar un rendimiento social. Se realiza dentro de una organización social del trabajo.

Así, el trabajo improductivo no incrementa las posibilidades del plexo instrumental que constituye la economía. Tenemos, por lo tanto, dos elementos: el subjetivo que implica a la persona que ejerce su actividad y el objetivo que implica el ámbito de medios o instrumentos laborales1.

Estas dos dimensiones que distinguimos en el trabajo tienen una relación problemática.

Estas dos dimensiones que distinguimos en el trabajo tienen una relación problemática.

En la Política diferencia entre dos actividades: la economía y la crematística.

Es la actividad donde domina el valor de uso y está delimitada por su fin que es la satisfacción de las necesidades. Corresponde a la dimensión subjetiva del trabajo.

En cambio, la crematística se basa en la adquisición de bienes por el intercambio. Domina el valor de cambio y su relación con la economía de la casa es conflictiva.

Ejemplo.

Aristóteles distingue dos posibilidades: cojamos el caso del uso de un zapato. Este zapato tiene un primer uso con su utilización. Pero también se puede intercambiar para conseguir otros bienes. Así, el zapato tiene su valor de uso como calzado y su valor de cambio en el intercambio. Si la persona que lo intercambia, señala Aristóteles, busca cubrir sus necesidades, está subordinada a la economía, lo cual es correcto. En cambio -segunda posibilidad-, si se vende para buscar un beneficio, el fin del mismo es el dinero y no está relacionado con la economía. Aparece el mundo de la crematística, el sentido objetivo del trabajo, en el que, mediante el comercio, se busca el máximo beneficio.


TRABAJAOS PARA:

La satisfacción de las necesidades

Necesidades como alimentación, reproducción, seguridad, higiene, crecimiento,...: todas ellas se relacionan con la pertenencia de la persona a la especie humana. Una persona no puede dejar de proveer sus necesidades básicas, si quiere. conservar la vida.


Este éxito permite el desarrollo y surgimiento de nuevas necesidades que, a su vez, originan instituciones auxiliares.

EL ROL

El rol o, mejor dicho, los roles que puede desempeñar una persona los define, “como el sistema organizado de interacción entre el ego y el alter”8. Simultáneamente al rol surgen las expectativas de rol, que “son las expectativas recíprocas respecto de las acciones mutuas”

miércoles, 11 de junio de 2008

AVISO

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clase de hoy 11.JUNIO.

prueba control de contenidos Nº 2

lunes, 9 de junio de 2008

La conciencia moral

La conciencia moral consciente en el conocimiento que tenemos o debemos tener las normas o reglas morales; es la facultad que nos permite darnos cuenta si nuestra conducta moral es o no es valiosa. Existen dos posiciones fundamentales que explican la naturaleza de la conciencia moral: la innatista y la empírica.

La posición innatista afirma que la conciencia nace con el individuo, es una capacidad propia de la naturaleza del humana. Se afirma, por ejemplo, que la capacidad para juzgar lo bueno y lo malo de una conducta es un don divino, o, es un producto propio de la razón humana, la misma que descubre a priori el sentido del bien y del mal.

La posición empírica sostiene que la conciencia moral es resultado de la experiencia, es decir, de las exigencias o mandatos de la familia, de la educación o del medio sociocultural en general, por lo que, las ideas morales son de naturaleza social, están determinadas por las condiciones materiales de existencia.

Conciencia Psicológica
Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia psicológica nos serviremos de nuestra experiencia diaria. Observamos, por ejemplo, una puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de im�genes, de recuerdos, de afectos nos invaden. Nos sentimos felices. Todo esto constituye en ese momento nuestra conciencia psicológica. Podemos, pues, leg�timamente, decir que la conciencia psicológica es un conjunto de experiencias ps�quicas inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos de nuestro yo.

Diferenciaciones
La conciencia moral tiene una definición muy antigua y que es usada en forma muy general. "Es el juicio inmediato y práctico sobre el carácter moral de nues­tras acciones". Este hecho de ser un juicio inmediato de la experiencia es lo que constituye la médula de la Etica.



La conducta obligatoria
La conducta moral es una conducta obligatoria conforme al deber, es decir, el individuo se haya obligado a comportarse de acuerdo a una regla o norma de acción y a evitar los actos prohibidos por ella. La obligatoriedad moral impone deberes al sujeto. Toda norma establece un deber.

El carácter social de la obligación moral, viene dado por las siguientes razones: en primer lugar, existe obligatoriedad moral para un individuo cuando sus decisiones y sus actos afectan a los demás, o a la sociedad entera; en segundo lugar, lo obligatorio de un acto no es algo que el individuo establece, sino que lo encuentra ya establecido, en una sociedad dada u en tercer lugar, las normas morales, no son modificadas por cada individuo, sino que cambian de una sociedad a otra; por tanto el individuo decide y actúa en el marco de una obligatoriedad dada socialmente.

Formación Moral.

La formación moral es un aspecto complejo, puesto que es el proceso por el cual entregamos los aspectos calóricos y formativos que regirán la conducta de los sujetos.

Este proceso, como se ha visto, comienza en una etapa de la niñez, a medida que se va desarrollando la capacidad de razonar del ser humano.

La formación morale entrega pautas y normas a respetar, así como también la negatividad de no hacerlo, asociado con los castigos y culpas de no respetarlas.

Las normas morales no se pueden cambiar por una personas, están ahí, y hay que asumirlas y respetarlas.

Si no se comparten, la única forma de evitarla es trasladarse de un grupo social a otro, o de una cultura a otra.

Cada sujeto, individualmente, no cambia una norma moral.

La formación moral es entonces responsabilidad de la sociedad, de la cultura determinada y de sus componentes.

Aquí es que identificamos a los agentes de formación moral que participan en nuestro sociedad.

Quienes son agentes de formación moral?
Familia
Padres
Colegio
Pares
Sociedad.

Como se entrega esta formación?

Estructuradamente
NO se nota
De generación en generación
A base del castigo

Que se enseña?

Lo que este grupo específico entiendo por bueno y por malo
Valores universales
Castigos.

EJERCICIO
Identifique agentes de formación moral que existen a su alrededor, explicando la forma y el contenido entregado.

Desarrollo Moral

Los valores morales no sólo dependen de factores de personalidad y de influencias culturales, sino que también dependen del desarrollo cognoscitivo. La regla “no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”, liga el desarrollo moral al desarrollo cognoscitivo, ya que nos exige ponernos en el lugar del otro para imaginarnos como se podría sentir la otra persona. Para los niños en la etapa en que son muy egocéntricos es difícil seguir esta regla.

Jean Piaget (1932), Lawrence Kohlberg (1976) y Selman (1979), son los teóricos que más han estudiado el tema del desarrollo del razonamiento moral, sin embargo los más influyentes son los dos primeros. A partir de las críticas que se le hicieron a Kohlberg por su concepción del desarrollo moral en mujeres, es que surge el autor, C. Gilligan (1982), y hace un gran aporte al desarrollo de la conciencia moral, con sus estudios sobre las diferencias que existían en este ámbito entre hombres y mujeres.

Tanto Piaget como Kohlberg sostienen que los niños no pueden emitir juicios morales sólidos hasta que alcanzan un nivel suficientemente alto de madurez cognoscitiva como para ver las cosas como las vería otra persona.

1. Jean Piaget

El razonamiento moral se desarrolla en dos etapas que coinciden con la etapa preoperacional y de operaciones concretas del desarrollo cognoscitivo. Su objetivo no es estudiar qué es la moralidad, sino cómo se desarrolla. No le interesa los juicios morales que emite el sujeto, sino que cómo es que éstos se originan. Para dicho estudio usa el método de la observación, y ve cual es la actitud de los niños frente a los otros, cómo practica las reglas, y cuál es la conciencia que tiene de ellas.

Se dio cuenta que existe una gran diferencia entre lo que uno ve hacer al niño en la práctica, y lo que hay en su conciencia. Concluye que para el desarrollo moral lo fundamental es la acción cotidiana con los otros. Este desarrollo moral se va dando gracias a que el niño va experimentando la vida con los demás.


Primera etapa ¨ “Moralidad de la prohibición”, también se la llama “ “Moralidad Heterónoma” o de cohibición.

En esta etpa los niños tienen una idea estricta sobre los conceptos morales. El niño es egocéntrico por lo que sólo puede tener una forma de ver un asunto moral.

El niño cree que las reglas no pueden ser cambiadas, la conducta es correcta o incorrecta, y cualquier ofensa merece un castigo severo, a menos que él sea el ofensor. La obediencia es absoluta, y las cosas se siguen al pie de la letra, no hay excepción a la regla. El respeto es vivido unilateralmente, hacia un lado, el más chico respeta al mas grande, el con menos poder, al con más poder. Esta etapa coincide con la etapa preoperacional.

Segunda etapa ¨ “Moralidad de cooperación”, también se la llama “Moralidad autónoma”
.
Se caracteriza por la flexibilidad moral, el niño piensa menos egocéntricamente. Se contemplan las intenciones detrás de las acciones. Las reglas son transformadas de acuerdo a las necesidades, y la obediencia se da en el consenso.

Aquí el respeto es mutuo, hay un sentimiento de cooperación con el otro. Faltarle el respeto al otro es faltármelo a mi también. Ahora el niño entra en contacto con distintos puntos de vista, muchos de los cuales se contradicen con lo aprendido.

Concluye que no existe un patrón de moral absoluto o inmodificable, sino que la gente puede formular sus propios códigos de correcto o incorrecto. Se puede tener en cuenta la intención que existe detrás de la conducta y aplicar el castigo de manera asertiva, es decir hay relación entre el delito y el castigo, se toman en cuenta las circunstancias.

El niño ya está en vías de formular su propio código moral. Coincide con la etapa de operaciones concretas.

Los juicios morales inmaduros se centran solamente en el grado de la falta, los juicios más maduros consideran la intención, p/ej frente a la siguiente situación:

“Hay dos niños, uno está en el escritorio de su padre y se da cuenta que la lapicera de éste le falta tinta e intenta llenársela.

Al hacerlo se le da vuelta todo el frasco sobre la mesa.
El otro niño también está frente al escritorio de su padre, ve el frasco de tinta y se pone a jugar con el, manchando finalmente la mesa, pero menos que el primero “.

Aquí se le pide a un niño de determine cual de los dos es más culpable, y el niño responde que aquél que se le dio vuelta todo el frasco de tinta sobre el escritorio.









Teoría de A. P. Selman

Según este autor, el desarrollo moral está ligado al desempeño de un papel (asumir el punto de vista de otra persona). Selman define la moralidad como la capacidad para considerar el bienestar de otras personas. Es un concepto mas relacional de la moralidad, para él la moralidad es la "ética de las relaciones", p/ej un niño de 5 años, entiende la relación con su amigo igual que uno de 7 años?.

Estudia como se sitúa el niño frente al otro, la perspectiva que tiene. Selman se preocupa de describir como ve el niño las relaciones a través del tiempo. Por lo tanto, un aumento en la capacidad para imaginar cómo piensa y siente otra persona, se relacionaría con la capacidad para formular juicios morales. La teoría de Selman está fuertemente influida por Piaget.

Para explicar el desarrollo del juicio moral, describe 5 etapas, que dicen relación al momento de estructuración en que se encuentra el niño.


Etapa “O”¨ aproximadamente de 4 a 6 años. Aquí el niño es egocéntrico, piensa que su punto de vista es el único posible, y juzga de acuerdo a esta creencia. No hay una diferencia sustancial entre el y el otro, p/ej si yo tengo frío, el otro también tiene, no entienden que existe una subjetividad propia y otra ajena. Por eso, si una niñita le ha prometido a su mamá no subirse al árbol, y ve a un gato arriba de éste, no verá ningún problema en subirse porque a ella le gustan los gatos y quiere salvarlo. El otro es una prolongación de ella

Etapa “1”¨ aproximadamente de 6 a 8 años. Aquí los niños se dan cuenta que los otros pueden interpretar una situación de manera diferente. Siguiendo el ejemplo anterior, si el Papá sabe que se subió al árbol se enojará, pero si sabe porqué lo hizo, se alegrará.

Aquí el niño ya se da cuenta de la importancia de la intención, y que el punto de vista del Papá puede ser diferente. Eso sí no entiende que el otro pueda tener contradicciones entre el deseo y la conducta. Las cosas son buenas o malas.

Etapa “2” aproximadamente de 8 a 10 años. Aquí el niño desarrolla lo que se llama “conciencia recíproca”. Lo que yo hago tiene una consecuencia sobre mí, comienza a tener la capacidad de empatizar. Ve su subjetividad como diferente de la del otro, comienza el niño a resolver sus conflictos de manera dialogada, p/ej si el otro está enojado piensa que le puede estar pasando y no llega a pegarle así no mas. Es decir, no sólo sabe que los otros tienen otros puntos de vista, sino también que saben que ella (niña) tiene su punto de vista particular. Sabe que además de contarle a su mamá sobre el gato tiene que decirle que no olvidó la
promesa de no subirse al árbol.

Etapa “3” aproximadamente de 10 a 12 años. Ahora los niños pueden imaginar la perspectiva de una tercera persona, tomando en cuenta varios puntos de vista diferentes.

Experimenta un sentimiento de mutualidad, el joven puede coordinar su perspectiva con la del otro, y con la de un tercero.
Por ejemplo, si un hombre necesita un medicamento para la salud de su esposa, y como no tiene plata lo roba, el niño piensa que si el juez escucha su historia, entenderá sus motivos, y lo dejará libre.

Etapa “4” esta etapa ocurre en la adolescencia y post adolescencia. El joven se da cuenta de que ponerse en el lugar de otras personas no siempre resuelve el problema. Acepta que algunos valores opuestos no pueden ser comunicados. Tomando el mismo ejemplo de la etapa “3”, veríamos que el juez a pesar de escuchar el relato, y que le parezca buena la excusa, no puede dejarlo libre ya que no puede excusar el robo, es decir tiene que respaldar la ley.

El juicio moral

Introducción

El interés por el comportamiento ético y el desarrollo moral de las personas se manifiesta de manera creciente en diversos ámbitos de la esfera social. Entre ellos, se ha resaltado con mucha frecuencia el carácter moral de la educación y la necesidad de que las instituciones escolares promueva más eficazmente la educación moral o la formación de determinados valores en los alumnos de todos los niveles educativos. En general, en la acción educativa se ha puesto mayor atención al desarrollo moral y a la formación de valores de los estudiantes.

La conciencia moral, corno juez de nuestros actos, sólo puede darse cuando éstos son actos humanos voluntarios, o sea los actos en los que ha intervenido la libertad de acción. No puede haber un juicio de conciencia cuando los actos efectuados han sido obligados por una autoridad o por una acción coercitiva de agentes extraños a nosotros mismos. Se podría poner con ejemplo la acción de un soldado en tiempo de guerra En la actividad profesional a veces se toman decisiones por obligación o por seguir esquemas o sistemas preestablecidos, que muy poca libertad de acción dejan al sujeto, en estos casos la conciencia moral quedara un tanto suprimida.

Ahora bien, como resultado del juicio de valor que efectúa la conciencia moral sobre los actos del propio individuo, se conduce lo siguiente:

· A un sentimiento de culpa
· A un remordimiento
· A un arrepentimiento.

Esto puede llevar a un castigo, un auto castigo, o a una acción interna
En este campo intervienen una serie de elementos a los cuales se les ha dado en llamar PUENTES DE LA MORALIDAD, que constituyen la conformidad o disconformidad con la recta razón que dirige al acto humano.

Continuamente emitimos juicios sobre el comportamiento y los actos de los demás. Con frecuencia, nos convertimos en jueces de los demás, y nos pronunciamos sobre la honestidad o la deshonestidad del comportamiento ajeno.

En otras ocasiones intentamos dar razones que convenzan a las personas que nos rodean de que nuestros actos han tenido que realizarse así y no de otra manera.

EJERCICIO:

a) Lorena le mintió a sus Papás
b) Está en lo correcto
c) No está bien mentirle a los papás
d) Cada cual hace lo que puede
----------------------------------------------------------------------------------------------
a) El atentado terrorista a las torres gemelas de Nueva York mató a miles de personas
b) Fue una acción correcta
c) Es el acto terrorista más negativo y repulsivo
d) Las venganzas a través del terrorismo son venganzas políticas


En cada uno de los bloques anteriores consta de cuatro juicios. Las expresiones precedidas por la letra a de estos ejercicios no son juicios morales. Las expresiones precedidas por las letras b, c, y d, sí son juicios morales.

Decir Lorena mintió a sus Papás no es más que expresar un hecho acontecido, del que podemos tener cierta constancia. Es, por tanto, un juicio de experiencia (empírico), si lo hemos comprobado. Puede incluso, ser falso, por razón de que Lorena no haya mentido, pero, en cualquier caso, es un juicio que se refiere exclusivamente a un hecho que ha podido ocurrir o no. Decir el atentado terrorista a las torres gemelas de Nueva York, mató a miles de personas, es un hecho comprobado, nos lo han transmitido los testigos y sobrevivientes del suceso, lo han documentado los medios masivos de comunicación, lo ha verificado el gobierno, etc., este juicio se refiere a un hecho ocurrido.

Los juicios b, c y d no se refieren a juicios ocurridos, sino a la consideración que para nosotros tienen tales hechos.

¿Cómo son posibles los juicios morales?, ¿Qué es lo que hace que en un momento determinado podamos pronunciarnos sobre la bondad o maldad de un acto?,
Se puede afirmar que los juicios morales son posibles por el Sentido Moral. Es el conjunto de esquemas, normas y reglas que hemos adquirido a través de nuestra educación, familia y medio ambiente, y que mantenemos en el momento de emitir un juicio moral, si revisamos nuestra propia historia individual, podremos recordar, con facilidad, lo que a lo largo de ella se nos ha trasmitido, un conjunto de reglas o normas morales, pautas de conducta. ¿Pero quién nos las ha trasmitido?. En primer lugar, nuestra familia, luego, las instituciones educativas en las que hemos estado, también la propia sociedad en la que vivimos y de la que dependemos.
Se nos ha dicho continuamente lo que es bueno y lo que es malo, o, lo que, nuestros educadores consideraban bueno o malo, ante este aprendizaje y, ante esas normas de conducta hemos podido tener tres actitudes:

· Rechazo
· Indiferencia
· Aceptación.

Rechazo, cuando la norma o normas que se nos han trasmitido no nos han convencido y, tras un razonamiento y una crítica, hemos decidido olvidarlas, rechazo también, cuando por cansancio o saturación hemos, sin más, prescindido de ellas. Rechazo, también, cuando las hemos sustituido por otras.
Indiferencia, cuando la norma o regla no nos dice nada, y volvemos la espalda a su contenido. No es un rechazo efectivo, pero tampoco una aceptación consciente.
Aceptación, cuando esa norma o normas, constituyen lo que podríamos llamar nuestro equipaje moral. El conjunto de reglas que hemos mantenido, conservado, con las que crecemos, caminamos por la vida y que constituyen lo que en un principio hemos llamado sentido moral

jueves, 24 de abril de 2008

AVISO

Próxima clase

Miercoles 30 de Abril.

Prueba Evaluación de contenidos.

LA ÉTICA COMUNICATIVA ( HABERMAS)

Habermas intenta ofrecer una fundamentación racional de la ética.

La suya es una ética formal, aún más procedimental que la kantiana.

Lo que da validez a una norma es el procedimiento por el que se llega a ella.

Se trata de una ética mínima, pues no establece normas, sino que comprueba su validez

Su punto de partida no es la conciencia moral sino el hecho de la comunicación.

En el proceso de la comunicación, hablante y oyente comparten implícitamente nociones morales. En toda comunicación se presuponen las bases de un comportamiento justo y correcto.

Toda comunicación aspira al acuerdo, es decir, al entendimiento y al “ponerse de acuerdo”.

Cuando hablamos con otras personas, presuponemos que nos están diciendo la verdad.

En el discurso la fuerza del argumento vale más que el argumento de la fuerza. El discurso debe ocurrir en una situación ideal de habla. Es decir, una comunicación en la que todos participarían libremente y sin el obstáculo de la coacción.

Todos podrían intervenir, y todos podrían argumentar, criticar, justificar. Habrá simetría e igualdad entre los participantes. Si alguno de estos rasgos no se da, podría decirse que el acuerdo no es válido. En el discurso deben participar todos los que se puedan ver afectados por las decisiones que se tomen en el mismo, de forma que se garantice la presencia de todos los intereses.



LA ÉTICA UTILITARISTA de John Stuart Mill.

En la ética sostuvo el criterio utilitarista de buscar el máximo bienestar del mayor número de individuos, la felicidad general (General Happiness) como criterio y fin de la moralidad, apelando al sentido común de los seres humanos para ser tenido como principio y guía de la acción.

Esta doctrina ética sostiene que la felicidad de los individuos, de cada uno, depende de la de los demás.

En la medida en que logro la felicidad de los demás consigo también la propia, de manera que para un individuo resulta útil lograr la felicidad del conjunto en el que se encuentra inmerso.

Buscar lo útil consiste en ser práctico, valorar las cosas de manera distinta según el uso que se haga de ellas.

Un cuchillo en sí mismo no es ni bueno ni malo, resultará bueno si le sirve al conjunto de los individuos para cortar pan o tallar madera y malo si lo utilizan para matarse.

Por tanto, lo malo es lo inútil para conseguir la felicidad y lo bueno es lo útil para lograrla. No es correcto decir que un cuchillo puede ser útil para matar, ya que el utilitarista, reserva el calificativo de útil, tan sólo para aquello que, manejado de determinada manera, proporciona bienestar al mayor número.

La religión o la energía atómica no son ni buenas ni malas, no puede establecerse para siempre la bondad o maldad de algo, sino que depende, en cada caso, de los resultados prácticos.

Resultará, las más de las veces, que el utilitaristas calificará a las cosas, vinculadas siempre a conductas, de buenas si resultan beneficiosas y malas si resultan perjudiciales; resultando algunas de ellas buenas y malas a un mismo tiempo, al depender de la utilización que se haga de ellas.

Así, la energía atómica es buena (útil, benéfica) en la medida en que proporciona iluminación a las grandes ciudades y mala (perjudicial) en la medida en que permite fabricar bombas atómicas o desechar residuos radiactivos al mar.

ÉTICA DEL DEBER

Immanuel Kant. Sus escritos sobre ética se caracterizan por un incondicional compromiso con la libertad humana, con la dignidad del hombre y con la concepción de que la obligación moral no deriva ni de Dios, ni de las autoridades y comunidades humanas ni de las preferencias o deseos de los agentes humanos, sino de la razón.

El Contexto Crítico

Esta filosofía es ante todo crítica en sentido negativo.

De acuerdo con su concepción, nuestra reflexión ha de partir de una óptica humana, y no podemos pretender el conocimiento de ninguna realidad trascendente a la cual no tenemos acceso.

Las pretensiones de conocimiento que podemos afirmar deben ser por lo tanto acerca de una realidad que satisfaga la condición de ser objeto de experiencia para nosotros.

La cuestión central en torno a la cual dispone Kant su doctrina ética es la de «¿qué debo hacer?».

Kant intenta identificar las máximas, o los principios fundamentales de acción, que debemos adoptar.

En su ética no introduce pretensión alguna sobre una realidad moral que vaya más allá de la experiencia ni otorga un peso moral a las creencias reales.

Rechaza tanto el marco realista como el teológico en que se habían formulado la teoría del derecho natural.

La Buena Voluntad

De acuerdo a la ética de Kant, sólo la buena voluntad es absolutamente buena en tanto que no puede ser mala bajo ninguna circunstancia.

"La buena voluntad no es buena por lo que se efectúe o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto, es buena solo por el querer, es decir, es buena en sí misma".


EJERCICIO.


1. Imaginemos que una persona se ahogando en el río, hago todo lo posible por salvarla pero no lo logro. La persona muere, de todas formas.


2. Imaginemos ahora que hago todo lo posible por salvarla y que tengo éxito, salvando su vida.

3. Imaginemos la tercera posibilidad: la persona se está ahogando y yo la atrapo por casualidad mientras pesco con una gran red.


¿Cuál es el valor moral de cada uno de estos posibles actos imaginados?

La tercera posibilidad carecería de valor moral porque ocurre sin intencionalidad. Moralmente no es ni buena ni mala, simplemente neutra. Los otros dos actos son moralmente buenos y tienen el mismo valor, en tanto que la buena voluntad es buena en sí misma.

El Deber

El deber refiere a que la 'buena voluntad', bajo ciertas limitaciones, no puede manifestarse por sí sola.

El hombre, no es un ente puramente racional, sino que también es sensible.

Kant observará que las acciones del hombre en parte están determinadas por la razón pero existen también 'inclinaciones' como el amor, el odio, la simpatía, el orgullo, la avaricia, el placer, etc., que también ejercen su influencia.

El hombre reúne en su juego la racionalidad y las inclinaciones, la ley moral y la imperfección subjetiva de la voluntad humana. Entonces, la buena voluntad, se manifiesta en cierta tensión o lucha con estas inclinaciones, como una fuerza que parece oponerse. En la medida que el conflicto se hace presente, la buena voluntad se llama deber.


Si una voluntad puramente racional sin influencia alguna de las inclinaciones fuese posible, sería para Kant, una voluntad santa (perfectamente buena).

De esta forma, realizaría la ley moral de modo espontáneo, esto es, sin que conforme una obligación. Para una voluntad santa, el 'deber', carecería entonces de sentido en tanto que el 'querer' coincide naturalmente con el 'deber'.

Pero en el hombre, ley moral, suele estar en conflicto con sus deseos.

Se distinguen así tres tipos de actos:

a. Actos contrarios al deber: En el ejemplo de la persona que se está ahogando en el río. Supongamos que disponiendo de todos los medios necesarios para salvarlo, decido no hacerlo, porque le debo dinero a esa persona y su muerte me librará de la deuda. He obrado por inclinación, esto es, no siguiendo mi deber sino mi deseo de no saldar mi deuda y atesorar el dinero.

b. Actos de acuerdo al deber y por inclinación mediata: El que se ahora en el río es mi deudor, si muere, no podré recuperar el dinero prestado. Lo salvo. En este caso, el deber coincide con la inclinación. En este caso se trata de una inclinación mediata porque el hombre que salva es un medio a través del cual conseguiré un fin (recuperar el dinero prestado). Desde un punto de vista ético, es un acto neutro (ni bueno ni malo).

c. Actos de acuerdo al deber y por inclinación inmediata: Quien se está ahogando es alguien a quien amo y por lo tanto, trato de salvarlo. También el deber coincide con la inclinación. Pero en este caso, es una inclinación inmediata porque la persona salvada no es un medio sino un fin en sí misma (la amo). Pero para Kant, este es también un acto moralmente neutro.

d. Actos cumplidos por deber: El que ahora se ahoga es un ser que me es indiferente... no es deudor ni acreedor, no lo amo, simplemente, un desconocido. O pero aún, es un enemigo, alguien que aborrezco y mi inclinación es desear su muerte. Pero mi deber es salvarlo y lo hago, contrariando mi inclinación. Este es el único caso en que Kant considera que se trata de un acto moralmente bueno, actos en los que se procede conforme al deber y no se sigue inclinación alguna.



El Imperativo Categórico

El valor moral de una acción, no reside en aquello que se quiere lograr, no depende de la realización del objeto de la acción, sino que consiste única y exclusivamente en el principio por el cual ésta se realiza, alejando la influencia de cualquier deseo.

El principio por el cual se realiza un acto es llamado por Kant, 'máxima' de la acción, es decir, el principio o fundamento subjetivo del acto, el principio que de hecho me lleva a obrar.

En esta línea, Kant formula el imperativo categórico:

Obra según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal

De esta forma, obraremos moralmente solo cuando podamos desear que nuestro deseo sea válido para todos. Así, lo que se pretende es eliminar las excepciones, siendo igualmente válida para todas las personas.

ÉTICA DE BIENES

La Ética de bienes comienza afirmando que toda acción humana se realiza en vistas a un fin, y el fin de la acción es el bien que se busca. El fin, por lo tanto, se identifica con el bien. Pero muchas de esas acciones emprendidas por el hombre son un "instrumento" para conseguir, a su vez, otro fin, otro bien. Por ejemplo, nos alimentamos adecuadamente para gozar de salud, por lo que la correcta alimentación, que es un fin, es también un instrumento para conseguir otro fin: la salud.


La Felicidad
Aristóteles nos dice que la felicidad es el bien último al que aspiran todos los hombres por naturaleza. La naturaleza nos impulsa a buscar la felicidad, una felicidad que Aristóteles identifica con la buena vida, con una vida buena. Pero no todos los hombres tienen la misma concepción de lo que es una vida buena, de la felicidad: para unos la felicidad consiste en el placer, para otros en las riquezas, para otros en los honores, etc.

Virtud
Cada sustancia tiene una función propia que viene determinada por su naturaleza; actuar en contra de esa función equivale a actuar en contra de la propia naturaleza; una cama ha de servir para dormir, por ejemplo, y un cuchillo para cortar: si no cumplen su función diremos que son una "mala" cama o un "mal" cuchillo. Si la cumplen, diremos que tienen la "virtud" (areté) que le es propia: permitir el descanso o cortar, respectivamente; y por lo tanto diremos que son una "buena" cama y un "buen" cuchillo. La virtud, pues, se identifica con cierta capacidad o excelencia propia de una sustancia, o de una actividad (de una profesión, por ejemplo).

Del mismo modo el hombre ha de tener una función propia: si actúa conforme a esa función será un "buen" hombre; en caso contrario será un "mal" hombre. La felicidad consistirá por lo tanto en actuar en conformidad con la función propia del hombre.

martes, 15 de abril de 2008

EL ENFOQUE DE LA LEY NATURAL

De acuerdo con este enfoque, existen siete valores fundamentales que se identifican con la esencia del ser humano.

1. La vida Respeto a todo lo que tiene vida (humana, vegetal, etc.).

2. La amistad Amor al prójimo.

3. El conocimiento Derecho a la instrucción.

4. Belleza Participación en lo que uno considera bello y alimenta el espíritu.

5. Alegría Tener buen ánimo

6. Religión Participación activa de la espiritualidad y purificación del alma.

7. Racionalidad práctica Ejercicio de una vida consecuente en la búsqueda de los valores fundamentales.
Toda persona esta llamada al compromiso con estos valores fundamentales. De dicho compromiso se derivan cuatro principios (éticos) de justicia personal a seguir por todo hombre:


a. No contrariedad No actuar directamente en contra de un valor fundamental.

b. Libertad A mayor libertad mayor es el compromiso con los valores fundamentales.

c. Reacción Toma de medidas para evitar acciones contrarias a estos valores.

d. Bien común Contribuir al bien común facilitando la participación de los demás de los valores fundamentales.

Estos principios son independientes de la cultura y tradición en la que se esta inserto.





RACIONALIDAD ETICA


La ética es una consecuencia de la razón. Sólo la razón da válida cabida al discurso ético.

Las preferencias éticas son elegidas racionalmente con.

Además, la racionalidad ética se concreta en el principio de responsabilidad.

FORMULACION DE LOS PRINCIPIOS MORALES

El razonamiento moral culmina con la formulación de principios éticos.

El juicio moral es el acto mental que afirma o niega el valor moral frente a una situación o comportamiento. Por medio del juicio moral se pretende la búsqueda de la verdad.

El juicio moral se pronuncia sobre la presencia (o ausencia) de un valor ético, en una situación o comportamiento concreto.

Los principios morales se entienden como direcciones del valor. Es decir, lo que quieras para ti, hazlo a los demás.


Los principios éticos orientan y dirigen al sujeto.


Toda persona necesita conocer los límites precisos de respetar. Para ello utiliza mediaciones (valores morales) que se apliquen al comportamiento concreto.

CONCIENCIA

Es aquella capacidad moral de la persona que le dice subjetivamente lo que es bueno y malo, y que le manifiesta su obligación moral.

Es un juicio de la razón por el que la persona reconoce la calidad moral de un acto concreto. La conciencia bien formada es recta y veraz; formula sus juicios según la razón, conforme al bien.

LA FUNDAMENTACION ETICA

Las categorías básicas que permiten la elaboración de un pensamiento ético son la Libertad y la Responsabilidad

1. La Libertad Ética

La capacidad del hombre de asumir la dirección de su vida, y de ejercer esta capacidad en una acción concreta, lo determina como hombre libre y en cuanto libre, un sujeto ético.

Para que haya una acción moral, es necesario que junto a la acción voluntaria (libertad de voluntad) haya una elección (libertad de elección o libre albedrío).

La libertad por lo tanto, no es una acción física sino una cuestión moral (es intrínseca a la acción moral) y en el ámbito de la moral no solo hay libertad, sino que, no puede no haberla.

La libertad moral es la posibilidad de ejercer una acción moral.
No consiste solo en la posibilidad de elegir, sino que en la medida de esa elección, que contribuya al crecimiento verdadero de la persona.

Esa elección no solo se refiere al enfrentamiento de posibilidades elegibles, sino además, significa una elección sobre sí misma a favor o en contra del bien o de la verdad.

Libertad es la es la facultad de disponer de si mismo; de obrar (o no obrar) por sí mismo acciones deliberadas.
Estas alcanzan su perfección cuando se realizan en virtud del bien supremo.
Caracteriza los actos propiamente humanos, hacer al ser humano responsable de los actos de que es actor voluntario .

2. La Responsabilidad

La responsabilidad significa la ejecución reflexiva de los actos, ponderando las consecuencias del bien y mal.

El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad del hombre.

Estructura antropológica de la moralidad

Una de las maneras de expresar gráficamente la trama de relaciones que se dan entre los ACTOS, LOS HABITOS, EL MODO DE SER, etc. del ser humano, que conforman la estructura de la moralidad, podría ser una figura concéntrica donde, manteniendo un orden 'por capas', los números 1, 2, 3, 4 representen los estratos siguientes, dejando el número 1 al centro, como núcleo generador:


4. Los ACTOS

3. Los HABITOS

2. El MODO DE SER - CARACTER - MORADA - PERSONALIDAD

1. El YO INTIMO, LIBRE y PERSONAL.




4. Los ACTOS son la expresión de los Hábitos, brotan de los Hábitos; a su vez, son los que crean los Hábitos.


3. Los Hábitos son engendrados por la repetición de actos. Los Hábitos cumplen una función dual:



Por una parte, crean pautas conductuales que, en el fondo, parecen automatizar al hombre; por ello es inevitable observar un dejo de mecanicismo que condiciona la libertad y puede crear una malla de conductas que se podría caracterizar como 'rutina'.



Por otro lado, si bien es cierto que tienen la tendencia a mecanizar o rutinizar las conductas del hombre, pueden también representar, por lo mismo, una ayuda o apoyo, en el sentido de que al automatizar las acciones más triviales o accesorias, necesarias para la sobrevivencia (a saber: hábitos de responsabilidad en el trabajo, en el estudio, etc.), permiten al hombre quedar más libre para lo que sea importante: pensar, crear, etc.


2. El MODO DE SER - CARACTER - MORADA - PERSONALIDAD: El carácter es la síntesis de los Hábitos y Actos, que al fraguarse o sedimentarse, forman, a su vez, el carácter o modo de ser.


1. El Yo Personal, íntimo, es la esfera de la libertad espiritual en donde se gestan aquellas respuestas que pueden, si así se estima, saltarse los hábitos y el modo de ser, para actuar bien o mal. Es el lugar en donde germinan las acciones y actitudes nuevas, según la presión del medio interior (conciencia moral) o medio exterior (sociedad, costumbres, etc.). En el fondo, aquí es donde se muestra en toda su profundidad la complejidad del ser humano.


Dos perspectivas, por tanto, son posibles sobre nuestro yo. Bajo una perspectiva centrípeta vemos cómo nuestros ACTOS se van sedimentando en HABITOS que, estructurados íntimamente, 'nos hacen llegar a ser aquello que hacemos o hicimos'. Bajo una perspectiva centrífuga, por el contrario, veremos cómo nuestro carácter, nuestra personalidad moral o modo de ser adquirido o segunda naturaleza, intenta manifestarse al exterior por medio de actos libremente elegidos, a espaldas o en contra muchas veces del determinismo o automatismo impuesto o propiciado por los HABITOS.


Así pues, para completar el gráfico con que hemos pretendido representar los tres niveles de la vida moral, debemos dibujar un cuarto círculo concéntrico dentro del más pequeño, el del carácter. Sería el círculo del YO, del ESPIRITU LIBRE, capaz en un momento dado de la vida, de remontarse y saltar sobre la barrera del carácter y de los hábitos y alumbrar un acto absolutamente nuevo, original, indeterminado: libre.


La posibilidad de actos como el arrepentimiento y la conversión no tendrían otra explicación que la posibilidad de escapar al determinismo de la segunda naturaleza.

INTRODUCCIÓN

Al estudiar la temática de la moral, pronto descubrimos la existencia de un tipo particular de valores, denominados valores morales. Los cuales poseen inmensa importancia, pues su aparición implica una diferencia radical entre el actuar del hombre y el de los demás seres animados.

Es posible establecer que la conciencia moral, la libertad y la responsabilidad se transforman en el fundamento básico y necesario de la vida humana.

Todo ello, por supuesto en un ambiente social, que es el único propicio para la realización del hombre.


Se hace imprescindible entonces conocer y comprender los fundamentos de la vinculación que surge entre vida humana, valores y sociedad.


La Ética busca descubrir, clarificar y comprender las relaciones que se establecen entre el actuar humano, los valores y las normas morales que se gestan y desarrollan en la vida social.

Desde que el hombre se agrupa en sociedades tuvo la necesidad de desarrollar una serie de reglas que le permitieran regular su conducta frente a los otros miembros de la comunidad.

De manera que la moral es una constante de la vida humana.

Los hombres no pueden vivir sin normas y valores.

Es por esto que se ha caracterizado al hombre como un "animal ético". Sólo el hombre puede dirigirse hacia el futuro. Sólo él puede formarse una idea de un estado de cosas más deseable y poner luego los medios necesarios para llevarlo a la realidad.

El hombre puede protestar, ir al paro, manifestarse o sublevarse, con una visión de un estado de cosas que 'debiera ser'.

Los demás animales sólo pueden morder, arañar, golpear o huir . Si se prescinde de este aspecto de la experiencia humana que es lo moral, se tendrá una imagen que es bastante incompleta o fragmentaria del hombre y su cultura.


En un resumen preliminar, podemos apreciar que la importancia de la Ética nace por su preocupación principal, que nos atañe directamente: la actividad humana, en tanto actividad regida por principios ajenos a la determinación y necesidad que existe en el resto de los seres que pueblan la tierra. Principios que hemos de denominar valores morales.

ORIGEN

Los griegos utilizaban dos términos distintos para referirse a lo que nosotros llamamos ética, y otro a la nosotros llamamos costumbre.

Por un lado, el término “éthos” designaba a lo que en castellano nos referimos a las costumbres o los hábitos automáticos.

Mientras que con el vocablo “eéthos” se referían al concepto de Modo de Ser, carácter o predisposición permanente para hacer lo bueno.

De este último término proviene lo que conocemos como ética.

Entonces el concepto clásico de lo que significa ETICA es “La manera de actuar, coherente, constante y permanente del hombre para llevar a cabo lo bueno”.

Los latinos sustituyen la palabra eéthos y ethos y la reemplazan por “Moralitas” que significó el modo de ser o la predisposición propia de cada uno en lo que tiene que ver como lo bueno, como las conductas acostumbradas o de hecho.

miércoles, 26 de marzo de 2008

PROGRAMA


Programa de la asignatura, primer semestre año 2008.

PROGRAMA ASIGNATURA.

I. DESCRIPCIÓN

Asignatura: ÉTICA PROFESIONAL
Horas: 36 Horas
Duración: Semestral

II. OBJETIVOS

Se pretende que el alumno obtenga los conocimientos básicos sobre la ética en el ejercicio profesional. Para ello, se espera que el alumno conozca:

· Concepto de ética y su campo de estudio.

· Los diferentes planteamientos sobre la ética, desde una perspectiva filosófica.

· Plantearse en forma analítico – crítica frente a su rol social como profesional.

III. UNIDADES

UNIDAD I: Visones filosóficas de la Ética

Contenidos:
1. Orígenes y conceptos sobre ética y moral.

2. Visiones filosóficas sobre la ética

a. Ética de bienes

b. Ética del deber

c. Ética utilitarista

d. Ética discursiva o comunicativa


UNIDAD II: Desarrollo y formación moral

Contenidos:
1. Desarrollo del juicio moral

2. Formación moral

UNIDAD III: El trabajo como auténtico valor moral

Contenidos:
1. Aporte social del trabajo

2. El trabajo como servicio
3. El trabajo como fuente de realización personal

UNIDAD IV: Formación de valores específicos profesionales

Contenidos:
1. Responsabilidad Profesional

a. Cumplimiento de tareas asignadas

b. Vicios y malas conductas laborales

c. Consecuencias de la función laboral


IV. EVALUACIONES

Se realizaran dos pruebas , con una ponderación del 30% de la nota cada una.

El promedio de las evaluaciones comprenderá la nota de presentación a examen, con una ponderación del 60%.

La nota del examen tendrá una ponderación del 40%.


V. METDOLOGÍA

Exposiciones de contenidos por parte del profesor. Discusiones y exposición de temáticas planteadas.

VI. REFERENCIAS

http://www.clasesetica.blogspot.com/

http://www.clases.eticas@gmail.com/